Mi propuesta de crear una biofábrica cacaotera enfocada en la formación juvenil y el impulso productivo es realmente visionaria y oportuna. Me parece excelente que además de abordar los desafíos fitosanitarios y de productividad, esté poniendo un énfasis especial en involucrar a la juventud y promover el relevo generacional en el sector cacaotero. Una de las fortalezas clave de mi iniciativa es el enfoque práctico y vivencial que tendrá para la formación de los jóvenes. Al convertir la biofábrica en un aula viva, donde puedan aprender de manera experiencial sobre la producción de bioles, el manejo integrado de cultivos y las buenas prácticas agrícolas sostenibles, estaré sembrando las semillas del conocimiento en las nuevas generaciones. Además, el hecho de brindarles capacitación tanto teórica como práctica, les permitirá desarrollar habilidades técnicas sólidas y un profundo entendimiento de la cadena de valor del cacao, empoderándolos como agentes de cambio en sus comunidades.