El reciclaje se vuelve divertido cuando hay recompensas involucradas. Es desafortunado que eso sea lo que se necesita para que la gente se preocupe. La idea ingeniosa para alentar a las personas a reciclar, es instalar 10 máquinas expendedoras "inversas" en zonas con mucha afluencia de gente. Actua, cuando un ciudadano inserta una botella de plástico vacía (sin liquido), el sensor de la máquina la analiza para evaluar el valor del plástico, arroja crédito de transporte público o minutos extra de teléfono móvil o tambien puede ser en sentido reversa entrega alguna fruta. La recompensa es acorde con la calidad y el número de botellas que se introducen en la máquina, aunque también existe la opción para que los turistas, que no necesitan las recompensa inserten botellas de todos modos. La máquina solo admite botellas de plástico e inmediatamente los aplasta. La tarea más importante es educar a las personas sobre la importancia de la reutilización y reciclaje.